Alimentación saludable para respirar mejor
Una alimentación saludable y equilibrada combinada con unos buenos hábitos, entre los que están incluidos la actividad física, son esenciales para el mantenimiento de la calidad de vida. El seguimiento de una dieta adecuada contribuye a mantener el correcto funcionamiento de todos los órganos que conforman el cuerpo humano, entre los que está incluido el sistema respiratorio.
Pautas alimentarias
Una forma fácil de saber cómo debemos repartir la cantidad de ingesta alimenticia a lo largo del día es regirnos por el proverbio de “Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”. La ingesta en la cena tiene que ser mucho más ligera, ya que el gasto energético que vamos a hacer durante este periodo va a ser muy bajo. Es muy recomendable a media mañana y a media tarde ingerir un tentempié saludable, esto ayuda a mantener unos niveles de glucemia adecuados.
El aporte de frutas y verduras tiene que ser indispensable, tanto en las comidas principales, como en algún tentempié. Son una fuente de vitaminas y minerales, además de ser ricas en fibra dietética.
En primer lugar, sería necesario intentar seguir unas pautas alimenticias acordes a la pirámide nutricional.
Alimentos saludables y sus propiedades
Dentro de todos los grupos alimenticios podemos poner en valor o destacar algunos alimentos cuyas funciones son muy positivas para nuestro sistema respiratorio.
- Los cítricos (Naranjas, mandarinas, limones…) favorecen las defensas del organismo, aceleran la regeneración de los tejidos y potencian la eliminación de toxinas gracias a la vitamina C que contienen.
- El ajo tiene funciones antioxidantes, antisépticas y antibióticas por lo que es importante tenerlo en cuenta en caso de infecciones respiratorias.
- Las verduras de color verde (espinacas, brócoli, coliflor…) y los vegetales de color amarillo son ricos en betacarotenos, por sus propiedades antioxidantes tienen un papel importante en el sistema inmunitario y favorecen la formación y mantenimiento de huesos, piel y mucosas.
- La cebolla tiene propiedades antibacterianas, antioxidantes y antiinflamatorias, además ayuda a eliminar toxinas y a combatir infecciones respiratorias.
- El jengibre tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y ayuda a eliminar toxinas. El consumo debe ser en pequeñas cantidades.
- El aguacate contiene vitamina E, la cual trabaja activamente con la vitamina C potenciando la función antioxidante. Otras fuentes importantes de vitamina E son los frutos secos y el aceite de oliva.
- La yema de huevo contiene vitamina A la cual favorece la regeneración de las mucosas dañadas e inflamadas.
- Las carnes blancas (pollo, pavo, conejo…) son ricas en zinc el cual tiene efecto antioxidante.
- El pescado azul (atún, bonito, salmón, boquerón…) es muy rico en ácidos grasos omega 3 lo que favorece la acción antiinflamatoria.
- Las legumbres son ricas en magnesio y actualmente, hay indicios de que podría mejorar la capacidad de expansión de los pulmones, además de tener un efecto antioxidante. Es más recomendable la cocción con verduras en lugar de combinarlas con chorizo o alimentos más grasos.
Una vez que hemos identificado los alimentos que pueden ayudarnos con nuestra patología respiratoria, debemos tener en cuenta los alimentos que no son tan recomendables:
- Podemos ingerir sal, pero siempre intentando reducir al máximo el consumo, en el caso de que hayamos sido diagnosticados de hipertensión arterial o pulmonar el consumo debería ser mínimo.
- Debemos disminuir el consumo de ácidos grasos omega 6 y las grasas transgénicas, ya que pueden favorecer enfermedades cardiovasculares que no beneficiarían al sistema respiratorio.
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Fuentes
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