Me he pasado con las comilonas ¿Y ahora qué?

Alimentación | 04/01/2022

Si vives con FPI te puede resultar más incómodo respirar cuando el estómago está totalmente lleno, porque el diafragma no tiene sitio para expandirse. Por este motivo, es necesario basar tu alimentación en realizar comidas más frecuentes y menos copiosas[1].

Con la llegada de las fechas navideñas particularmente, pero con motivo de cualquier otra celebración de forma general, son muchas las veces que terminamos cayendo en mayor o menor medida en los excesos y en las tentaciones que conllevan las comidas copiosas.

¿Qué tienen en común las comidas copiosas?

La mayoría de estas comidas son ricas en hidratos de carbono y grasas. Esto puede incrementar la probabilidad de sufrir indigestión, especialmente si la dieta que seguimos con regularidad está alejada de estos hábitos.

Con el fin de evitar estas comidas copiosas y la pesadez que nos pueden conllevar, deberíamos hacer una selección exhaustiva de los alimentos, evitando en la medida de lo posible:

Los fritos, rebozados y embutidos. Su proceso de digestión es muy lento. Además, los productos con grasas y fritos favorecen la aparición de reflujo gastroesofágico. [1]

Los carbohidratos. Es recomendable ingerirlos al mediodía y evitarlos a la hora de la cena ya que aportan mucha energía y por la noche no vamos a necesitarla.

Sustituir la carne roja a consumir en las noches por pescado azul, ya que es más fácil digerirlo.

Moderar el consumo de legumbre e ingerirlas a la hora de la comida, nunca por la noche.

¿Cómo facilitar la digestión?

Los alimentos diuréticos nos pueden ayudar a eliminar las toxinas generadas por las comidas copiosas. Es el caso, por ejemplo, del apio, espárragos, perejil, alcachofas etc.

Además de tener en cuenta el tipo de alimentos que debemos seleccionar, es igual de importante la elección de las bebidas para acompañar en este tipo de comidas.

Siempre evitaremos el consumo de bebidas ricas en azúcares y/o que contengan alcohol. Su consumo enlentecería el proceso de la digestión.

Sin embargo, están indicadas bebidas que incluyan un gran aporte de agua. Es el caso de las infusiones, limonada alcalina casera o en el mejor de los casos agua sin gas. El consumo de dos litros de agua al día es vital para que el organismo funcione correctamente y sea capaz de eliminar toxinas y sustancias de desecho.

Recomendaciones para recuperarte de una comilona

Algunos de los consejos que recomendamos seguir tras la realización de una comida copiosa son:

Dar un pequeño paseo para evitar estar sentado. Este pequeño movimiento va a ayudar al cuerpo a trabajar y a digerir la comida.

Dormir con la cabeza y el tronco un poco más elevado que el cuerpo para evitar la aparición de reflujo gastroesofágico.

Equilibrar tu dieta en los días posteriores a este tipo de comidas realizando una dieta baja en calorías. En ningún caso se recomienda la realización de dietas muy estrictas, en la que no se incluyan todos alimentos de los diferentes grupos de la pirámide nutricional. Tampoco es aconsejable la realización de ayunos.

Recuerda consultar con un nutricionista y con tu médico de cabecera si decides comenzar a realizar una dieta, es adecuado que realicen un seguimiento y control de la misma y de los resultados que esta puede conllevar.

Fuentes

Boyland EJ, Nolan S, Kelly B, Tudur-Smith C, Jones A, Halford JC, Robinson E. Advertising as a cue to consume: a systematic review and meta-analysis of the effects of acute exposure to unhealthy food and nonalcoholic beverage advertising on intake in children and adults. Am J Clin Nutr. 2016 Feb;103(2):519-33.

Iglesias C, Villarino A, Martínez JA, Cabrerizo L, Gargallo M, Lorenzo H, et al. Importancia del agua en la hidratación de la población española: documento FESNAD 2010. Nutr Hosp 2011;26(1).

Monteiro CA, Cannon G, Moubarac JC, Levy RB, Louzada MLC, Jaime PC. The UN Decade of Nutrition, the NOVA food classification and the trouble with ultra-processing. Public Health Nutr. 2018 Jan;21(1):5-17.