EPOC, detectarla a tiempo y aprender a vivir con ella

EPOC, detectarla a tiempo y aprender a vivir con ella

Bienestar | 29/10/2025

Ser diagnosticado de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) inicialmente puede resultar desconcertante y abrumador. Saber que es una afección que causa dificultad para respirar y obliga a cambiar ciertos hábitos, como dejar de fumar, puede generar miedo o resistencia.

Afortunadamente, hay buenas noticias. Vivir bien con EPOC es posible. Con un diagnóstico precoz, el tratamiento adecuado y algunas estrategias prácticas, es posible vivir bien y respirar mejor.

La importancia del diagnóstico precoz

En España, más de 2 millones de personas viven con EPOC, pero se calcula que existe un infradiagnóstico del 75%. [1]

La herramienta principal para el diagnóstico es la espirometría, una prueba sencilla e indolora que mide la cantidad y velocidad del aire al respirar. Solo dura unos minutos y puede identificar la enfermedad en fases iniciales, antes de que se reconozcan los síntomas.[2]

El diagnóstico precoz mejora la supervivencia, reduce las exacerbaciones y evita hospitalizaciones innecesarias, teniendo un impacto muy significativo en la salud pública. [3][4]

Síntomas a los que prestar atención

La EPOC suele avanzar lentamente. Estos son los signos de alerta más frecuentes:[5]

  • Tos crónica, con o sin mucosidad.
  • Falta de aire al realizar esfuerzos.
  • Silbidos o ruidos al respirar.
  • Cansancio constante.
  • Episodios de bronquitis frecuentes.

Si presentas alguno de ellos, especialmente si fumas o has fumado, consulta con tu médico para una evaluación respiratoria.

10 recomendaciones después del diagnóstico

Vivir con EPOC implica aprender a cuidar los pulmones y gestionar las emociones que pueden aparecer al recibir el diagnóstico de una enfermedad crónica. Los expertos de COPD.net proponen algunas estrategias prácticas para adaptarse y mantener una buena calidad de vida en salud: [6]

1. Fomenta una buena comunicación con tu médico.

El primer paso es formar equipo con tu médico. La relación médico-paciente debe basarse en confianza y comunicación abierta.

Para mantener una buena comunicación con tu médico, comenta tus síntomas, emociones o dificultades para realizar tu tratamiento. Ser honesto con tu equipo médico puede ayudarte a recibir el apoyo adecuado.

2.Conoce tu tratamiento.

Como indica la entidad American Thoracic Society, tu médico puede pautarte un tratamiento que consiste en diferentes factores:[5]

El primer paso y el más decisivo en el tratamiento de la EPOC es dejar de fumar. El tabaco es la causa principal del daño pulmonar, y abandonar este hábito puede frenar la progresión de la enfermedad. Para más información, consulta aquí o contacta con tu equipo médico.

Además, el tratamiento de la EPOC suele incluir medicación inhalada para aliviar los síntomas y evitar nuevas exacerbaciones. Aparte, si tienes un nivel bajo de oxígeno en sangre, tu médico puede determinar que necesitas oxigenoterapia además de la ventilación no invasiva (CPAP, BiPAP).

Mantenerse saludable también es parte del tratamiento. Por ejemplo, evitando el contacto con personas con enfermedades contagiosas, lavarse las manos con frecuencia y la vacunación.

Finalmente, cabe recordar la importancia de una alimentación equilibrada y mantener la actividad física para mejorar la resistencia y el ánimo. La rehabilitación pulmonar es muy recomendable.

3. Sigue las indicaciones de tu médico.

Sea cual sea el tratamiento que tu médico determine, la adherencia es clave para minimizar los síntomas, evitar el riesgo de exacerbaciones y mantener la función pulmonar estable, reduciendo el riesgo de ingresos hospitalarios y mejorando la esperanza de vida.

Por ello, es importante conocer cómo funciona tu inhalador o tu equipo de oxigenoterapia.

4. Diseña tu propio plan de acción.

Aprende a reconocer los síntomas de empeoramiento y qué hacer en cada caso. Tener un plan de acción por escrito te ayudará a reaccionar rápido y evitar complicaciones.
Habla con tu médico sobre qué hacer ante una crisis o exacerbación. Pregúntale: [3]

  • Qué medicamentos tomar y cuándo ajustar las dosis. Cómo funciona el inhalador o el equipo de oxigenoterapia
  • Cómo reconocer una exacerbación o qué señales indican que necesitas atención médica inmediata.
  • Cuándo llamar al centro de salud, a un familiar o a urgencias.
  • 6. Infórmate y aprende sobre la EPOC.
  • Conocer tu afección te da poder. Infórmate a través de fuentes fiables como SEPAR, GOLD o páginas como la de Esteve Teijin que están acreditadas con el sello Web Médica Acreditada del Col.legi de Metges de Barcelona.
  • La educación sanitaria puede contribuir a mejorar la adherencia al tratamiento, el autocuidado y reducir las crisis.[7]
5. Infórmate y aprende sobre la EPOC.

Conocer tu afección te da poder. Infórmate a través de fuentes fiables como SEPAR, GOLD o páginas como la de Esteve Teijin que están acreditadas con el sello Web Médica Acreditada del Col.legi de Metges de Barcelona.

La educación sanitaria puede contribuir a mejorar la adherencia al tratamiento, el autocuidado y reducir las crisis.[7]

6. Acepta las recaídas.

Las exacerbaciones pueden aparecer incluso teniendo un buen control de la enfermedad. No lo vivas como un fracaso.
Con el apoyo médico adecuado, es posible recuperar el equilibrio y ajustar el tratamiento para seguir adelante.

7. Busca apoyo emocional.

La EPOC puede afectar el ánimo. La ansiedad o la depresión son comunes en pacientes crónicos. Además, los pacientes con EPOC con ansiedad o depresión comórbidas pueden experimentar un mayor riesgo de exacerbaciones agudas e incidencia de rehospitalización en un período de 12 meses. También presentan un mayor riesgo de mortalidad que los pacientes con EPOC sin estas comorbilidades. [8]

Por este motivo, tu médico te puede prescribir rehabilitación pulmonar, terapia cognitivo conductual o el uso puntual de medicación. Además, participar en grupos de personas que viven con EPOC o comunidades online puede ayudarte a compartir experiencias, resolver dudas y sentirte acompañado. [6]

8. Realiza ejercicios de rehabilitación pulmonar.

Los programas de rehabilitación pulmonar combinan educación, ejercicio físico, técnicas respiratorias y apoyo emocional. Han demostrado mejorar la capacidad de esfuerzo, la calidad de vida y reducir los ingresos hospitalarios. [9]

Pregúntale a tu especialista o descárgate un plan de ejercicios en nuestra biblioteca.

9. Cuida tu entorno y tu cuerpo.

Adoptar hábitos saludables es parte del tratamiento:

  • Deja de fumar para frenar la progresión de la EPOC. [4]
  • Muévete cada día. Caminar o hacer ejercicios respiratorios puede ayudarte a mejorar la respiración, fortalecer la musculatura y retrasar el deterioro de la función pulmonar.
  • Aliméntate bien. Prioriza frutas, verduras y proteínas de calidad. [10]
  • Vacúnate contra la gripe y la neumonía. [11]
  • Evita el humo de segunda mano y los lugares donde se puede respirar otros irritantes pulmonares. [12]

Estos pequeños cambios pueden tener un gran impacto en tu bienestar y en la evolución de la enfermedad.

10. La importancia de las terapias respiratorias domiciliarias.

Cada vez más pacientes se benefician de oxigenoterapia, ventilación no invasiva o aerosolterapia en casa.

Estas terapias, junto con el seguimiento médico y la monitorización remota, mejoran el control de la enfermedad y reducen las hospitalizaciones.[13] Además, ofrecen autonomía y una mayor calidad del sueño, menor sensación de ahogo, menor sobreesfuerzo del corazón y, en definitiva, mejor calidad de vida.[14

Recuerda, actualmente la EPOC no tiene cura, pero sí tratamiento. Con información, apoyo y compromiso, puedes respirar mejor, mantener tu independencia y seguir disfrutando de la vida. Detectarla a tiempo y cuidarte cada día es la mejor manera de hacerlo. Contacta con tu médico si tienes tos persistente o dificultad para respirar, especialmente si fumas o has tenido exposición al humo. Detectarla a tiempo puede cambiar la evolución de tu salud respiratoria.


[1] Nuevo estudio sobre la prevalencia de la EPOC en España: resumen del protocolo EPISCAN II, 10 años después de EPISCAN. Enlace.

[2] NIH National Heart, Lung and Blood Institute. EPOC DiagnósticoEnlace

[3] GOLD 2024 Report. Global Initiative for Chronic Obstructive Lung Disease. 2024. Enlace

[4]  Serrano, F. El diagnóstico temprano de EPOC ahorraría más del 75% de los gastos de un paciente con obstrucción grave. Economía de la salud. 2024. Enlace

[5] ATS American Thoracic Society. COPD. Enlace

[6] COPD.NET 10 Tips to Help You Cope with COPD. Enlace

[7] Effing TW et al. Self-management education for COPD. Cochrane Database Syst Rev. 2022;11:CD002990. Enlace

[8] Rahi MS, Thilagar B, Balaji S, Prabhakaran SY, Mudgal M, Rajoo S, Yella PR, Satija P, Zagorulko A, Gunasekaran K. The Impact of Anxiety and Depression in Chronic Obstructive Pulmonary Disease. Adv Respir Med. 2023 Mar 10;91(2):123-134. doi: 10.3390/arm91020011. PMID: 36960961; PMCID: PMC10037643. Enlace

[9] Esteve Teijin. Fisioterapia respiratoria. Enlace

[10] Reyero, B y Díaz, D. Ejercicio para el paciente con EPOC. Enlace

[11] SEPAR .Recommendations on Vaccination for Chronic Respiratory Patients. Archivos de Bronconeumología (2025. Enlace

[12] Medline Plus. Enfermedad de obstrucción pulmonar crónica. Enlace

[13] García, MC,  Hernández, J.  García G, Márquez, F. Supervivencia en pacientes con EPOC en tratamiento con oxigenoterapia continua domiciliaria. Open Respiratory Archives. Enlace

[14] Hospital de Bellvitge. Oxigenoterapia: todos los detalles. Enlace