Trastornos del sueño asociados al asma y al EPOC
Es bien conocida la importancia de dormir bien y descansar. Las personas con problemas para conciliar el sueño lo saben mejor que nadie y, también, aquellas que sufren asma y/o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Estas patologías suelen causar trastornos del sueño que repercuten directamente en la calidad de vida y en el estado de ánimo. En este artículo, profundizamos en estos problemas y te proponemos algunas soluciones prácticas para minimizar el impacto del sueño interrumpido.
El asma y la EPOC pueden provocar que te despiertes varias veces durante la noche. La dificultad respiratoria o falta de aire (disnea) es una sensación subjetiva que conlleva una gran incomodidad al respirar. Al acostarte, esta sensación puede verse incrementada debido a la posición del cuerpo y el uso de la almohada, que dificulta la entrada de aire. Las personas con asma o EPOC tienen un mayor riesgo de padecer apnea del sueño.
¿Qué es la apnea del sueño?
Es probable que conozcas este concepto, quizás por experiencia propia. La apnea del sueño es un trastorno en el cual se experimentan pausas en la respiración mientras dormimos. Para que se consideren apneas patológicas, estas pausas deben durar más de 10 segundos, tiempo suficiente para interrumpir el descanso y provocar un despertar súbito y desagradable. También es frecuente que los periodos de apnea, aunque sean breves, favorezcan las pesadillas o los sueños desagradables, influyendo negativamente en el descanso durante la noche.
Algunos factores de riesgo que favorecen la apnea del sueño son los siguientes:
- Asma crónica o episodios puntuales.
- Padecer EPOC.
- El sobrepeso o la obesidad.
- La congestión nasal.
- El reflujo gastroesofágico.
- El hábito tabáquico.
- La inhalación de altas dosis de corticoides.
- La toma de tranquilizantes del tipo benzodiacepinas.
- La ingesta de alcohol.
Dependiendo del caso, la persona con apnea del sueño no se da cuenta de lo que le ocurre. El paso de un estado de sueño a vigilia repentina, causa gran confusión y, en ciertas ocasiones (especialmente si reanudamos el sueño enseguida), es difícil recordar estos episodios a la mañana siguiente. Si duermes con alguien, la persona que está a tu lado podrá ayudarte a recordar y comprender la situación. El sentirse mareado cuando te levantas o la sensación de cansancio crónico durante el día, también te pueden dar pistas de que sufres apneas durante el sueño.
La apnea del sueño es un trastorno tratable. Hablarlo con el médico o con tu profesional sanitario de referencia te puede ayudar a reducir su impacto negativo.
Consecuencias de la apnea del sueño en personas con asma o EPOC
Si te han diagnosticado asma o EPOC y sufres apneas del sueño, estas pueden suponer un agravamiento de la enfermedad respiratoria. Por este motivo, es muy importante identificar el problema y tratarlo lo antes posible.
Los síntomas del asma pueden empeorar si sufres apnea del sueño y aumentar la necesidad de recurrir a inhaladores. Pero, como hemos visto en algunos casos, la inhalación de corticoides podría convertirse un factor de riesgo para las apneas nocturnas. En este caso, nos encontraríamos en un bucle que contribuiría a agravar el problema a medio plazo, impactando negativamente en tu calidad de vida.
En el caso de la EPOC, la pausa en la respiración mientras duermes también puede complicar la enfermedad y su tratamiento. Además, la apnea del sueño, sobre todo en los casos severos, se relaciona directamente con hipertensión arterial y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas e ictus. Finalmente, también cabe señalar que si la persona afectada tiene sobrepeso u obesidad y fuma habitualmente, el riesgo es considerablemente más elevado.
Recomendaciones para mejorar la calidad del sueño
La primera y más importante de las recomendaciones es que te asegures de cumplir con el tratamiento que el médico te haya recetado para tratar tanto el asma como la EPOC. A partir de aquí, hay ciertas medidas que puedes contemplar para mejorar el descanso nocturno y reducir los episodios de apnea del sueño.
- Deja de fumar
El hábito tabáquico es uno de los factores de riesgo modificables que tienen un mayor impacto en la calidad del sueño y en el tratamiento del asma y la EPOC. Si te han diagnosticado alguna de estas patologías, seguro que tu médico ya te habrá alertado de los riesgos y complicaciones que acarrea este hábito.
Si lo has intentado, pero no lo has logrado, o por fin te lo has propuesto seriamente, te recomendamos leer el artículo Dejar de fumar es difícil pero no imposible. Tu salud y calidad de vida mejorarán considerablemente una vez hayas dejado atrás la adicción.
- Practica actividad física adaptada a tus posibilidades
El sedentarismo y la falta de actividad física no ayudan a conciliar el sueño ni a lograr un descanso profundo. Recibir el diagnóstico de una enfermedad respiratoria no es un impedimento para seguir haciendo ejercicio, aunque esta se debe adaptar a la condición física de cada uno.
El médico u otros especialistas sanitarios pueden ayudarte a preparar un plan de actividad que te ayude a descansar mejor por la noche. Según la sociedad Sleep Foundation, hacer 10 minutos de ejercicio moderado cada mañana, mejora notablemente la calidad del sueño, y reduce en muchos casos los episodios de apnea del sueño.
Para más información sobre la práctica de actividad física, puedes consultar el artículo Ejercicios para pacientes respiratorios.
- Mejora la alimentación
Recientemente, dedicamos un artículo a la alimentación saludable para respirar mejor. No dudes en consultarlo para conocer el tema en profundidad. Pero un consejo extra que te podemos dar es que trates de cenar, al menos, entre dos y tres horas antes de acostarte. De este modo la digestión no interrumpirá tu descanso y el organismo estará más relajado durante las horas de sueño. También es importante evitar alimentos pesados durante la cena, especialmente carnes rojas, embutidos o productos de bollería.
Puedes acceder a más información sobre cómo seguir una dieta saludable en el artículo Alimentación saludable para respirar mejor.
- Evita las pantallas antes de acostarte
La luz que emiten los dispositivos móviles como smartphones y tabletas confunde a nuestro sistema nervioso y no ayuda a conciliar el sueño. La mayoría de nuevos modelos ya disponen de una opción en la configuración para desactivar la llamada luz azul. El resultado es una pantalla con luz anaranjada y de menor intensidad que disminuye notablemente la fatiga visual. Aun así, nada como un buen libro para relajarte antes de dormir.
Esperamos que te haya sido de utilidad el artículo, te recordamos que en nuestra biblioteca , puedes descargarte materiales que te serán de utilidad para mejorar tu salud y calidad de vida. ¡Hasta pronto!
Fuentes
Stephanie Mindus, Andrei Malinovschi, Linda Ekerljung, Bertil Forsberg, Thórarinn Gíslason, Rain Jõgi,Karl A. Franklin, Mathias Holm, Ane Johannessen, Roelinde Middelveld, Vivi Schlünssen, Cecilie Svanes, Kjell Torén, Eva Lindberg,Christer Janson
COPD and Difficulty Breathing Alexa Fry, John DeBanto, Internal Medicine Physician
Foteini Karachaliou, Konstantinos Kostikas, Chaido Pastaka, Vassilios Bagiatis & Konstantinos I Gourgoulianis
