10 mitos sobre dejar de fumar que debes olvidar

10 mitos sobre dejar de fumar que debes olvidar

Bienestar | 22/05/2025

Cada 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco. Esta fecha es clave para visibilizar los riesgos del tabaquismo y animar a dejar el hábito. Pero muchos mitos y creencias erróneas siguen dificultando que algunas personas den el paso. Aquí desmontamos cinco de los más comunes.

1. “Fumar relaja y alivia el estrés”

Falso. El tabaco es un estimulante. Por este motivo, no tiene propiedades relajantes. Como informa el Ministerio de Sanidad, la aparente sensación de “alivio” que se siente al fumar un cigarrillo es debida a la supresión de los síntomas de abstinencia producidos por la falta de nicotina en el cerebro.[1]

2. “Engordaré si dejo de fumar”

Es cierto que algunas personas pueden ganar peso, pero no es inevitable. Con acompañamiento nutricional y algo de actividad física, se puede controlar. Además, los beneficios de dejar de fumar superan con creces una posible ganancia moderada de peso.

3. “Lo he intentado muchas veces, no puedo dejarlo”

Falso. Nunca es tarde para dejar de fumar, a pesar de que puedas requerir varios intentos. No es un fracaso, es parte del proceso. Cada intento te enseña algo nuevo sobre cómo afrontar esta adicción. Contacta con tu profesional sanitario para solicitar el apoyo y el tratamiento adecuado, la probabilidad de éxito aumenta considerablemente.

4. “Los cigarrillos electrónicos son seguros”

Falso. Los cigarrillos electrónicos (o vapeadores) no son inocuos. Por ello, no han sido aprobados para cesar el hábito tabáquico. Muchos contienen nicotina y emiten otras sustancias que son tóxicas tanto para el usuario como para las personas que se encuentran a su alrededor.

A pesar de que las consecuencias a largo plazo todavía no se conocen con exactitud, recientemente se ha identificado una nueva patología asociada con la inhalación de los aerosoles con los vapeadores. Se trata de la EVALI y los principales síntomas son tos, expectoración, disnea, dolor torácico, vómitos, náuseas, dolor abdominal, fiebre y cefaleas, entre otros.

5.”El tabaco sin humo es seguro”

Falso. El tabaco sin humo, a través de snus o tabaco de mascar, no es una alternativa saludable al contener sustancias tóxicas y cancerígenas.

Estos productos provocan caries, enfermedades de las encías y pérdida de dientes y pueden causar cáncer de boca y garganta, así como de esófago y páncreas. [2]

Al igual que los cigarrillos, el tabaco sin humo puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas o sufrir un derrame cerebral. En las mujeres embarazadas, pueden experimentar más complicaciones durante el parto, como parto prematuro y muerte fetal. Además, sus bebés también pueden tener más problemas con el desarrollo cerebral y pulmonar.

6. “A mi familia no le afecta que fume”

El humo de segunda mano (o “humo ajeno”) perjudica a quienes conviven o trabajan cerca.

Como informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), el humo ajeno puede causar enfermedades cardiovasculares y respiratorias graves, incluidas cardiopatías isquémicas y cáncer de pulmón. Además, cada año mata a alrededor de 1,3 millones de personas no fumadoras como consecuencia de la exposición al humo ajeno.[3]

7. “Fumar es una elección personal”

Falso. Fumar no solo afecta al fumador (mira el punto siguiente). Además, la adicción a la nicotina limita la libertad de elección: dejar de fumar es recuperar el control.

8. “Si fumar es legal, no puede ser tan malo”

Falso. El tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. Causa más de 8 millones de muertes al año en todo el mundo. [3]

En la actualidad hay fuertes restricciones en la publicidad del tabaco para atraer nuevos consumidores y desalentar a dejar de fumar. Como informa la OMS, un tercio de los países del mundo, que representan una cuarta parte de la población mundial, han prohibido completamente todas las formas de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco. [3]

9. ”Para eliminar el humo de tabaco de un lugar solo es necesario ventilarlo”

Falso. El aire acondicionado se limita a enfriar el humo, haciéndolo menos visible, pero sin eliminarlo. Ni la ventilación ni la filtración pueden evitar esta exposición. Los tóxicos del tabaco impregnan también el espacio donde se fuma: Ropa, cabello, tapicería, alfombras, cortinas, etc.

 Además, en el caso de los niños más pequeños, el humo del tabaco se absorbe más fácilmente a través de la piel, las manos y la boca, cuando gatean o juegan en el suelo.[4]

10. “Ya es tarde para mí, he fumado muchos años”

Falso. Nunca es tarde para dejar de fumar (repetimos). Como informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), los beneficios comienzan en las primeras horas: mejora la presión arterial, disminuye el monóxido de carbono en sangre (12 horas) y la capacidad pulmonar empieza a recuperarse (2-12 semanas). Incluso personas mayores o con enfermedades crónicas experimentan mejoras significativas. Para más información, descárgate esta infografía. [5]


[1] Ministerio de Sanidad. Gobierno de España. Mitos y realidades sobre el tabaco. Enlace

[2] American Thoracic Society (ATS) Smokeless Tobacco. Enlace

[3] Organización Mundial Salud (OMS). Tabaco (2023). Enlace

[4] Salut / Generalitat de Catalunya. Quiero crecer sin humo. Una guía para las familias. Tabaco ambiental y salud infantil (2022). Enlace

[5] Organización Mundial Salud (OMS). Tabaco: beneficios para la salud de dejar de fumar (2020). Enlace