Los efectos del cambio climático en la salud y qué puedes hacer
El cambio climático tiene consecuencias directas en el estado de salud general de todas las personas, y como problema global, requiere soluciones a gran escala. Pero los grandes cambios pueden depender de pequeñas acciones, hoy veremos algunas de las cosas que, a nivel individual, pueden tener un gran impacto en la salud de todos y todas.
Hay muchos factores que influyen en nuestro estado de salud. Algunos de ellos, como la alimentación o los hábitos de actividad física, son modificables mediante acciones a nivel personal. Otros, en cambio, requieren de acciones colectivas para minimizar su impacto negativo, es el caso de la calidad del aire que respiramos o la contaminación de las tierras y aguas de nuestro alrededor.
La definición de salud ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Actualmente la OMS define de este concepto la siguiente manera:
«La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades»
Así pues, vemos que un buen estado de salud no depende únicamente de la ausencia de problemas físicos. La ansiedad, la depresión, el miedo patológico o la falta de interacción y relaciones sociales con las personas de nuestro alrededor, entre otros, también son factores a tener en cuenta al valorar la salud.
El cambio climático actual; pasado y previsiones para el futuro
Se entiende por cambio climático, la alteración en las condiciones climáticas normales como la temperatura o las precipitaciones en un periodo de tiempo determinado. Su principal causa es la emisión de gases como el dióxido de carbono o el ozono entre otros. Estos gases dificultan que el calor atraviese la atmósfera, elevando la temperatura media del planeta.
Según la misma Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 2030 y 2050, el cambio climático será la causa de 250.000 muertes evitables por año, por problemas como la malnutrición, el paludismo, o la aparición de nuevas enfermedades. El gasto económico atribuido a paliar los problemas de salud ya se está viendo incrementado, pero está previsto que la tendencia siga al alza año tras año.
El cambio climático tiene consecuencias directas en la economía y en la calidad de vida de las personas, y puede ser dramático en las zonas con menos recursos sanitarios.
Hay evidencias científicas y un amplio consenso para afirmar que la Tierra se ha calentado progresivamente durante el último siglo por la actividad humana, especialmente en las tres últimas décadas.
Efectos del cambio climático en la salud
Según la American Thoracic Society, y teniendo en cuenta la salud como bienestar físico, mental y emocional, el cambio climático puede afectarla de distintas formas:
Problemas respiratorios
La mayor frecuencia de incendios forestales y la presencia de polvo en el aire pueden causar respuestas inflamatorias y empeorar el asma o la EPOC en las personas ya diagnosticadas. También es probable que aumente la incidencia de enfermedades como la rinitis alérgica o trastornos como la apnea del sueño.
Corazón y sistema circulatorio
La exposición temprana a la contaminación del aire incrementa el riesgo de efectos cardiopulmonares durante la infancia. También se relaciona con un aumento de la presión arterial, que aumenta las probabilidades de sufrir angina de pecho, trombosis o accidentes cerebrovasculares.
Aumento de las alergias y problemas inmunitarios
La inhalación de contaminantes puede provocar que las partículas que causan alergia entren en las vías aéreas con mayor facilidad. Esto puede agravar la situación de las personas con alergias y provocar un mayor número de infecciones respiratorias.
Salud mental
La mayor frecuencia de eventos meteorológicos catastróficos hace que aumente la incidencia de la ansiedad, la depresión y otros trastornos. En personas con enfermedades mentales, e incluso en personas sanas de edad avanzada, el aumento de la temperatura media puede causar alteraciones del estado de ánimo y el comportamiento. Estas pueden repercutir directa y negativamente en su estado de salud.
Caldo de cultivo para la transmisión de enfermedades
Las estaciones cálidas más largas suponen un desajuste en los ecosistemas y favorecen la propagación de insectos y otros animales potencialmente transmisores de enfermedades a los humanos. También las fuertes lluvias agravan problemas con la contaminación del agua, aumentando trastornos intestinales, como la diarrea, que podrían llegar a ser mortales.
Grupos de población más vulnerables:
- Personas mayores: por su posible estado de salud previo y por tener, generalmente, sistemas inmunológicos más frágiles.
- Comunidades con bajos ingresos: Tienen menos acceso a los recursos sanitarios. Además, los países con rentas per cápita bajas no suelen disponer de planes de emergencia para minimizar las consecuencias de las catástrofes.
- Menores de 12 años: beben más agua, respiran más aire y sus sistemas inmunológicos están en desarrollo.
- Mujeres embarazadas: Más vulnerables a las altas temperaturas y a la deshidratación, elevando el riesgo de complicaciones en el parto y para el feto.
Medidas preventivas:
- Bebe agua a menudo, especialmente en los meses más calurosos
- Revisa tus sistemas de refrigeración antes de las temporadas de más calor.
- Si tienes alergias respiratorias, usa mascarillas FPP2, especialmente en primavera.
¿Qué puedes hacer a nivel personal para frenar el cambio climático?
Actualmente, se pone mucho énfasis en la reducción de gases de efecto invernadero. Para lograr minimizar su impacto en el entorno, hay que apostar por reducir el transporte por carreteras al mínimo necesario, implementar cambios en la producción alimentaria y en el consumo, y en el uso y producción racional y eficiente de la energía teniendo en cuenta su huella ecológica.
El consumo de proximidad es una de las claves para minimizar los efectos del cambio climático. Como sociedad, llevamos varias décadas apoyando modelos de consumo insostenibles, aunque sería injusto hablar de la responsabilidad individual sin mencionar la implicación de gobiernos y empresas.
En las manos de cada persona, está decidir qué y cómo consumir. Esto tienen un impacto directo en las emisiones de gases de efecto invernadero, además de favorecer el comercio y la economía local. En cuanto a la alimentación, obtendremos un producto más fresco y nutritivo. Y en cuanto a la ropa que vestimos, la industria de la moda de las más contaminantes a nivel global. Otros bienes de consumo, como la tecnología, son más dependientes del comercio internacional, pero para estos también te proponemos una fórmula.
A las populares tres erres, sumamos tres más
Reciclar, reducir y reutilizar, es la ya casi clásica fórmula para minimizar el impacto ecológico de nuestro consumo. Ahora, con las exigencias actuales, resultan insuficientes y se habla de tres nuevas erres que pueden contribuir a la lucha individual contra el cambio climático. Son las siguientes:
- Reparar: Antes de tirar un dispositivo a la basura y comprar un sustituto, trata de repararlo.
- Rechazar: ¿Realmente lo necesito? ¿Mejorará esto mi calidad de vida o mi salud? Plantéate estas cuestiones antes de comprar algo.
- Regalar: Quizás a ti ya no te haga falta, pero a otra persona le puede facilitar la vida.
Esperamos que te haya sido de utilidad el artículo, te recordamos que en nuestra biblioteca de descargas, puedes encontrar materiales que te serán de utilidad para mejorar tu salud y calidad de vida. ¡Hasta pronto!
Fuentes:
- Contaminación atmosférica, cambio climático y salud – Ferran ballester – Rev Esp Salud Pública 2005; 79: 159-175
- Climate Change Health Effects and What You Can Do – American Thoracic Society
- Cambio climático y salud – Organización Mundial de la Salud